El final de Expediente Warren: El último rito, explicado: ¿Volverán Ed y Lorraine? - WARNER BROS.
MADRID, 6 Sep. (CulturaOcio) -
Expediente Warren: El último rito llega a los cines como capítulo conclusivo y el caso más íntimo del matrimonio Warren, un cierre de tono crepuscular que prioriza familia, fe y legado por encima del despliegue demoníaco. La resolución no solo muestra una confrontación final contra las fuerzas sobrenaturales, sino que cierra el arco de Ed y Lorraine al mismo tiempo que abre una posible vía de continuidad dentro del universo de la saga.
((ALERTA: ESTA NOTICIA CONTIENE SPOILERS))
Tras imponerse a la entidad demoníaca, una última visión de Lorraine confirma que la cuarta entrega marca el final del camino de Patrick Wilson y Vera Farmiga como los populares investigadores paranormales. La escena transcurre durante la boda de Judy y Tony, donde con la celebración en pleno apogeo, el ritmo se serena y Lorraine coge la mano de Ed para compartir un "sueño" sobre su futuro.
Compartida también con el espectador, esa visión muestra una sucesión de fragmentos del porvenir de los Warren donde el denominador común es la calma, la felicidad y, sobre todo, el nulo rastro de elementos sobrenaturales. Una sucesión de vistazos al futuro que adelanta una vida para Ed y Lorraine centrada en la familia, así como en su labor divulgativa (libros, conferencias y enseñanza), con la promesa de paz para ambos.
El museo, los artefactos y la crónica de sus investigaciones quedan como legado para conservarse y estudiarse, no para seguir combatiendo. O, al menos, no con la pareja clásica, porque Richard Brener, presidente de New Line Cinema, ya adelantó a The Hollywood Reporter que el universo de Expediente Warren va a expandirse: "Expediente Warren 4 es la última película de lo que llamamos Fase Uno, tenemos la esperanza de hacer más".
Declaraciones que casan con los acontecimientos de El último rito, que eleva el peso argumental de Judy Warren y de Tony, su pareja, ofreciendo la posibilidad de un relevo generacional: ella hereda la sensibilidad espiritual de su madre y ya es crucial en el desarrollo del largometraje, mientras que él se integra de manera orgánica en el entorno familiar y en lo sobrenatural.
En la vida real, Judy y Tony han sido guardianes del Museo del Ocultismo de los Warren, lo que refuerza la lógica del relevo tanto dentro como fuera de la ficción. Si la franquicia continúa, el paso natural es trasladar el foco a la hija, con capacidades y dilemas que podrían dar cierta innovación a la franquicia a la vez que es fiel a su esencia.
El caso Smurl que vertebra la película se plantea, precisamente, como una última gran investigación movida por motivos personales y familiares, acentuando la voluntad de clausura del arco de los Warren. Visto así, el final no solo ordena el legado y ata cabos temáticos, sino que deja la puerta entreabierta para que la saga avance con nuevos protagonistas.
En Expediente Warren: El último rito, Patrick Wilson y Vera Farmiga se reúnen de nuevo como Ed y Lorraine para investigar un último caso en lo que se anuncia como el capítulo final de la saga basada en hechos reales. Completan el reparto Mia Tomlinson y Ben Hardy, que encarnan a Judy Warren y a su novio, junto a Steve Coulter (padre Gordon), Rebecca Calder, Elliot Cowan, Kíla Lord Cassidy, Beau Gadsdon, John Brotherton y Shannon Kook.
Michael Chaves, que ya tomó el testigo de James Wan en la tercera entrega, vuelve a ser el responsable de la dirección de la cuarta. El cineasta ha dirigido otras películas de este universo cinematográfico, como La Llorona y La Monja II.