La directora del Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro, Irene Pardo, que gestiona por segundo año esta cita, ha ensalzado el evento como ejemplo de que de la colaboración entre instituciones, más allá del color político que las gobierne, si se respeta la idea original y se "escucha" a los promotores, "pueden salir muchas cosas" y siempre positivas.