Wicked: Parte 2 ha creado un agujero de guion en la historia de El mago de Oz

Wicked: Parte 2 ha creado un agujero de guion en la historia de El mago de Oz
Wicked: Parte 2 ha creado un agujero de guion en la historia de El mago de Oz - UNIVERSAL
Cultura Ocio
Publicado: sábado, 29 noviembre 2025 11:08

    MADRID, 29 Nov. (CulturaOcio) -

   Ya está en cines Wicked: Parte 2, cierre de la adaptación del musical de Broadway que narra la historia de Elphaba y Glinda y la enlaza con los acontecimientos de El mago de Oz. Sin embargo, el desenlace de la película protagonizada por Cynthia Erivo y Ariana Grande ha abierto un inesperado debate por un agujero de guion que hace imposible el célebre momento del filme de Victor Fleming en el que Glinda ayuda a Dorothy a regresar a Kansas.

    ((ATENCIÓN: ESTA NOTICIA CONTIENE SPOILERS))

   El problema surge al comparar la nueva versión de Glinda con la que aparece en El mago de Oz. En la cinta de 1939, la Bruja Buena del Norte llega en una burbuja, domina hechizos complejos, comprende las reglas que rigen los chapines de rubíes y, sobre todo, conoce el mecanismo exacto que permite a Dorothy regresar a su hogar: golpear los talones tres veces y repetir la frase "se está mejor en casa que en ningún sitio".

    No obstante, en Wicked: Parte 2 se insiste una y otra vez en que Glinda carece por completo de talento mágico. Su arco dramático, tanto en las películas como en el musical, se basa precisamente en esa limitación, en que es una joven privilegiada, carismática y brillante en el terreno social, pero sin capacidad para manejar conjuros.

    La nueva adaptación cinematográfica profundiza incluso más en la faceta de la nula habilidad mágica del personaje de Grande al explicar que la famosa burbuja que usa para desplazarse no es obra suya, sino un ingenio que le proporciona el Mago para reforzar el mito de una Glinda milagrosa y ocultar su falta de don innato para la magia.

    El único guiño a un posible futuro mágico es el momento en el que el Grimorio, el libro de hechizos que pertenecía a Elphaba, reacciona por fin en sus manos al final del largometraje, sugiriendo que algún día podría aprender a usarlo. Pero esa insinuación llega cuando los acontecimientos vinculados a Dorothy ya han concluido y, lo que es más importante, sin que el espectador haya visto a Glinda dominar ni un solo conjuro real. Así que, que Glinda sea el origen del hechizo que devuelve a Dorothy a casa no termina de encajar.

   Conviene detenerse en la naturaleza de los propios zapatos, los icónicos chapines de rubíes en la película de 1939, porque son el eje del problema. En la mitología del musical y las películas, esos zapatos pasan a ser una pieza heredada por Nessarose y solo adquieren propiedades verdaderamente extraordinarias cuando Elphaba los encanta para permitir que su hermana pueda mantenerse en pie sin ayuda.

    Cuando en Wicked 2 el tornado que arrastra la casa de Dorothy desde Kansas cae sobre Nessarose y le causa la muerte, los zapatos van a parar para la joven y, más adelante, como en El mago de Oz, será la herramienta que le permitirá volver a su hogar. Pero si la Glinda de Wicked no es una hechicera auténtica, no puede haber sido ella quien encantó los zapatos para convertirlos en un pasaje interdimensional hacia Kansas. Y si no puede percibir el tipo exacto de magia incrustada en el calzado, tampoco resulta verosímil que deduzca, por pura intuición, que la activación pasa por chocar tres veces los talones mientras se formula en voz alta el deseo de volver a casa.

   Para salvar esta incoherencia, algunos análisis se han aferrado a la lectura de que los zapatos, ya encantados por Elphaba, concederían automáticamente el deseo más profundo de quien los porta. De modo que Dorothy, cuyo único anhelo auténtico es regresar con su familia, estaría destinada a poder hacerlo cuando llegara el momento adecuado. Glinda, en esta interpretación, no realizaría ningún conjuro, sino que se limitaría a comunicarle a la niña el código necesario para desencadenar un poder que ya está ahí.

    El problema de esta explicación es que solo desplaza la incógnita, pero no la resuelve. Si se acepta que el hechizo de Elphaba convierte los zapatos en un objeto capaz de responder a un deseo, sigue sin aclararse cómo llega Glinda a conocer el mecanismo específico de activación, pues Elphaba no tiene ocasión de compartir esa información con ella entre el encanto a los zapatos y la marcha de Dorothy.

   Y si el código de los tres golpes de talón fuera un conocimiento extendido entre los habitantes de Oz, toda la estructura dramática de El mago de Oz se vendría abajo, pues personajes como el Espantapájaros o el Hombre de Hojalata habrían podido informar a Dorothy desde el principio, lo que haría innecesario el viaje al Palacio Esmeralda.

    La popularidad de este mundo de ficción sugiere que el debate continuará. El anuncio de nuevas novelas centradas en el pasado de Glinda, que explorará la juventud de la bruja antes de llegar a Shiz, asegura que el personaje seguirá ganando complejidad y profundidad. En paralelo, el éxito de Wicked 2, que ha recaudado en su primer fin de semana 226 millones de dólares a nivel mundial, alimentan la posibilidad de dar luz verde a nuevos spin-offs en torno a Oz.

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