MADRID, 29 Jul. (CulturaOcio) -
Si bien no lo emplea en todas sus películas, el uso de saltos temporales y estructuras narrativas complejas o fragmentadas es, sin lugar a dudas, uno de los sellos más reconocibles del cine de Christopher Nolan. El cineasta, que acaba de estrenar Oppenheimer, ha explicado por qué le interesa tanto esa forma de hacer cine.
En una entrevista concedida al canal de YouTube HugoDécrypte, Nolan ha expuesto que ese estilo en realidad bebe de las películas de hace 100 años, pese a que se perdió con el paso del tiempo.
"No veo las películas en términos de un equilibrio entre la simplicidad y la complejidad, creo que realmente se trata de misterio", comienza. "Nuestras expectativas sobre las películas, durante toda mi vida y realmente desde la década de 1950, han sido conformadas por la televisión y las expectativas sobre ella", añade.
"A veces eso es desafortunado. Así que a menudo uso estructuras no cronológicas, estructuras no lineales. Eso es algo que se hacía mucho en la era del cine mudo, en las primeras películas sonoras, y hasta que llegó la televisión", afirma Nolan. "La televisión impuso un enfoque más lineal, más simple, debido a la forma en que la veíamos desde la década de 1950 en adelante", cuenta, culpando a la industria televisiva de la simplificación de las películas y series.
"Luego, cuando aparecen el vídeo, el DVD y ahora el streaming, podemos volver a ser más aventureros porque puedes ver algo, detenerlo, rebobinar, darle otro vistazo. Y así podemos hacer narrativas más densas, narrativas más complicadas", celebra el director.
Tras este repaso por la evolución de la narrativa en el audiovisual, Nolan vuelve a insistir en que todo se basa en generar misterio, manifestando su ansia por sorprender al espectador. "En última instancia, lo que pasa con la experiencia en una sala de cine con el público debe ser sobre misterio. No quieres entender toda la historia desde el principio. De lo contrario, no hay nada por descubrir", comenta.
"En realidad, el trabajo del cineasta es intentar estar un paso por delante del público, ni demasiado por delante, ni demasiado por detrás. Cuando estás detrás del público, este entiende las cosas antes de que las expliques y se frustra mucho", sentencia. Con esta idea en mente, Nolan ha vuelto a jugar con la estructura en Oppenheimer, la cual está contada en dos tiempos de manera simultánea.
Esto es muy habitual en su cine. En filmes como Memento, Origen, Interstellar, Dunkerque o Tenet, Nolan altera su estructura argumental para ofrecer a sus fans una experiencia más compleja. Sin embargo, en otras películas como la trilogía del Caballero Oscuro, el director sí emplea un enfoque más lineal.
