El final de Weapons, explicado: ¿Quién o qué se lleva a los niños? - WARNER BROS.
MADRID, 11 Ago. (CulturaOcio) -
Weapons, la nueva cinta de Zach Cregger, director responsable de Barbarian, una de las cintas de terror más aplaudidas de los últimos años, ya está en cines. Sin embargo, la cinta protagonizada por Josh Brolin deja en su oscuro y agridulce final una importante cuestión que conviene aclarar.
((ATENCIÓN: ESTA NOTICIA CONTIENE SPOILERS))
Weapons arranca su trama con diecisiete niños estadounidenses de Maybrook, Pensilvania, saliendo de sus respectivas casas a las 2:17 de la madrugada y desaparecen sin dejar rastro alguno. El único vínculo entre estos chicos es que son estudiantes de tercer grado en la clase de Justine Grandy (Julia Garner).
Alex Lilly (Cary Christopher) es el único de ellos que no ha desaparecido junto a sus compañeros. La película de Cregger no sigue una narrativa lineal, sino que se compone de seis capítulos, cada uno centrado en un personaje: Grandy, la profesora de los niños; Archer, el padre de uno de ellos, interpretado por Brolin; la expareja de Justine, Paul (Alden Ehrenreich), un temperamental oficial de policía; James (Austin Abrams), un joven ladrón, drogadicto y sin techo; Marcus, el director del colegio; y el propio Alex.
En un momento dado, alguien escribe la palabra "bruja" en el coche de Justine, quien, pese a no ser un modelo ideal de conducta por sus problemas con el alcohol o haber tenido comportamientos inapropiados con estudiantes y relaciones con hombres casados, realmente se preocupa por sus alumnos. Pero... ¿quién o qué es el responsable de su desaparición?
Durante los dos primeros capítulos del filme, tanto Justine como Archer sufren pesadillas en las que aparece una anciana extraña (Amy Madigan), con un maquillaje excesivo y oculta en lugares inquietantes. Esta misma mujer también está presente en el segmento centrado en James.
Aparece en el bosque, como si hubiera seguido al joven después de que este irrumpiera en su casa y descubriera a los niños escondidos en el sótano. Ese sótano, además, se encuentra en la casa de Alex, el único estudiante de Justine que no desapareció.
Sin embargo, no es hasta el bloque protagonizado por Marcus donde se descubre que esta inquietante mujer es Gladys, la tía de Alex Lilly. Gladys visita al director del colegio y le cuenta que los padres de Alex (Whitmer Thomas y Callie Schuttera) se encuentran bastante enfermos, siendo esta la razón de que no puedan hablar con él, y ella se ha quedado para hacerse cargo de la familia.
Marcus comienza a sospechar de Gladys, especialmente al mencionar que los progenitores de Alex padecen "un poco de tuberculosis". Más tarde, Gladys acude a la casa de Marcus y su marido, Terry (Clayton Farris), para pedir un cuenco con agua.
Nada más entrar, esta realiza un ritual para hipnotizar a Marcus y le ordena matar a su esposo. Con el rostro cubierto de la sangre de Terry y la mirada fuera de sí, sale despavorido de su casa del mismo modo en que lo hicieron los niños desaparecidos al salir de sus hogares, y acaba encontrando a Justine y Archer en una gasolinera.
Pero acaba siendo atropellado por un coche y muriendo. Tras el incidente, Archer le enseña a Justine un mapa marcado por un revelador patrón: todos los trayectos de los niños desaparecidos conducen a la casa de Alex. El segmento protagonizado por el joven revela que su vida y día a día era completamente normal hasta que sus afectuosos y atentos padres acogieron a la tía Gladys, aparentemente enferma.
Alex sospecha de ella desde el principio, y pronto descubre en su habitación un extraño árbol en maceta, relacionado con oscuros rituales. Cuando su padre deja de ir a buscarlo al colegio, Alex vuelve solo a casa y encuentra a sus padres sentados a la mesa, en trance, mientras Gladys se encuentra en un inmejorable estado de salud, ya que se mantiene viva alimentándose de la juventud de otros a través de su espeluznante planta.
Gladys obliga a Alex a cuidar de sus padres y lo amenaza para que cierre la boca. Al debilitarse, su tía le fuerza a traer a toda su clase, roba las etiquetas con sus nombres y, tras ejecutar otro ritual, los atrae hasta la casa a las 2:17 de la madrugada. Un mes más tarde, Alex encuentra a James y Paul también en estado de trance.
Ya de vuelta al presente, la cinta muestra a Justine y Archer irrumpiendo en la casa de Lilly, donde encuentran a James y Paul rodeados de un círculo de sal. Cuando intentan acercarse, Grandy activa un conjuro que provoca su persecución.
Alex, por su parte, rompe las reglas de su tía y se acerca a sus padres, desatando su ira. Justine consigue un arma y mata a James y Paul, mientras Archer descubre en el sótano a su hijo Matthew, junto con el resto de la clase desaparecida.
Usando una rama del árbol y un cabello de la peluca de Gladys, Alex realiza un gesto ritual que rompe el hechizo. Los niños, ahora libres, van tras Gladys y acaban con ella. Archer encuentra a su hijo catatónico, pero libre del conjuro, y Justine encuentra a los padres de Alex finalmente conscientes.
Ya en el epílogo se revela que estos han sido internados y su hijo vive con otra de sus tías, mucho más amable, mientras que Archer carga con su hijo por la calle, y una voz en off detalla que todos los niños terminaron de vuelta con sus respectivas familias, e incluso algunos de ellos consiguieron volver a hablar.