MADRID, 1 Nov. (CulturaOcio) -
En 2002 llegaba a los cines Minority Report, filme dirigido por Steven Spielberg y protagonizado por Tom Cruise. A la estrella de la saga Misión Imposible lo acompañaba en la película Colin Farrell. El actor ha recordado ahora el que fue su peor día en un set: cuando necesitó hasta 46 tomas para filmar una secuencia de la cinta tras emborracharse y que Cruise no estaba, lo que se dice, precisamente contento.
"Crecí viendo a estos tíos, crecí viendo a Tom Cruise en Top Gun y Risky Business, y Steven Spielberg y [el compositor] John Williams, de alguna manera, me educaron a través de sus películas", aseguró Farrell en el programa de Stephen Colbert, The Late Show. "Pero fue mi cumpleaños, el 31 de mayo. Estábamos rodando y le supliqué a producción -¿quién me creía que era? -, de una película de 120 millones de dólares, que no me hicieran trabajar en mi cumpleaños", continuó.
"Así que, por supuesto, me pasaron a buscar a las 6 a.m. del 31 de mayo, después de haberme dedicado a todo tipo de locuras la noche anterior. Recuerdo que me metí en la cama y, en cuanto apagué la luz, sonó el teléfono; era el conductor, que dijo: 'Son las 6:10'. Y yo pensé: 'Oh, mierda'", añadió Farrell que acaba de estrenar en Netflix el thriller Maldita suerte.
El actor, que interpretaba en la cinta a un agente del Departamento de Justicia encargado de investigar al personaje Cruise como sospechoso de un crimen, llegó al set con aspecto completamente desaliñado. Fue entonces cuando el asistente de dirección, David H. Venghaus Jr., paró en seco a Farrell y le advirtió que no podía presentarse así en el set de rodaje.
"Tráiganme seis cervezas Pacífico y un paquete de 20 Marlboro Red", le respondió el protagonista de Escondidos en Brujas y la serie El Pingüino. "Claro que no estuvo bien, y dos años después tuve que ir a rehabilitación. Pero en ese momento funcionó", afirmó. "Todas esas personas a las que admiramos por cómo viven la vida dirían que lo único que importa es el presente", destacó Farrell.
Tras tomarse un par de cervezas fue al set y ahí comenzó a torcerse todo. "Nunca olvidaré la frase que debía decir y que no lograba pronunciar: 'Estoy seguro de que todos han comprendido la paradoja fundamental de la metodología del precrimen'. Era la frase con la que empezaba la escena", relató. "El equipo se acercó y me dijo: '¿Quieres salir a tomar un poco de aire fresco?' Y yo pensaba: 'Si salgo a tomar aire fresco, entonces tendré más presión cuando vuelva para hacerlo mejor', y les respondí: 'No, simplemente la haremos de una vez'", recordó.
"Hicimos 46 tomas. Tom no estaba muy contento conmigo. Tom, a quien aprecio mucho, no estaba nada contento", admitió Farrell, cuyo papel en Minority Report lo catapultó al estrellato.
La reacción de Cruise no es sorprendente en absoluto, ya que es famoso por ser muy exigente en los rodajes, tanto consigo mismo como con aquellos con quienes trabaja. Bien lo sabe Jennifer Connelly, que rodó con el protagonista de las franquicias Jack Reacher y Misión Imposible la secuela de Top Gun y admitió en una entrevista con ExtraTV no haber estado nunca tan agobiada por saberse sus frases.
Cruise daba vida en Minority Report, inspirada en la novela corta de Philip K. Dick de 1956, a John Anderton, el jefe de una nueva unidad policial llamada Precrime diseñada para detener a los criminales antes de que hayan cometido sus delitos. El filme tuvo una buena acogida por parte de la crítica y recaudó más de 358 millones de dólares en todo el mundo.