Carl Erik Rinsch, director de La leyenda del samurái, culpable de una estafa millonaria a Netflix

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Cultura Ocio
Actualizado: viernes, 12 diciembre 2025 12:56

    MADRID, 12 Dic. (CulturaOcio) -

   Carl Erik Rinsch, director de La leyenda del samurái (47 Ronin), ha sido declarado culpable de estafar a Netflix por valor de 11 millones de dólares. De acuerdo a la acusación, la plataforma había concedido ese dinero a Rinsch para finalizar su serie de ciencia ficción White Horse, que nunca llegó a entregar.

   Tras un juicio de una semana en Manhattan, este jueves 11 de diciembre el cineasta era declarado culpable de "un delito de fraude electrónico, que conlleva una pena máxima de 20 años de prisión; un cargo de lavado de dinero, que conlleva una pena máxima de 20 años de prisión; y cinco cargos por participar en transacciones monetarias con bienes derivados de actividades ilegales específicas, cada uno de los cuales conlleva una pena máxima de 10 años de prisión", según declaró el fiscal general del distrito sur de Nueva York y tal y como recoge The Hollywood Reporter.

Está previsto que la sentencia se dicte el 17 de abril de 2026. Aunque el realizador se enfrenta a una pena máxima de 90 años en prisión, se espera que acabe recibiendo una sentencia menos severa.

   Rinsch habría comenzado a rodar White Horse en 2017. La serie, concebida como la nueva Star Wars o Juego de tronos, abordaba la creación de una especie similar a los humanos que se vuelve contra estos y forma su propia sociedad. En 2019, el director habría gastado ya 44 millones de dólares en la producción de seis episodios, filmados en dos continentes diferentes y en 2020 consiguió otros 11 millones de Netflix.

   Antiguos ejecutivos del servicio de streaming como Cindy Holland y Peter Friedlander han declarado que ese dinero se le concedió al cineasta para que terminase la ficción, mientras que Rinsch ha asegurado que creyó que este era un reembolso por haber mantenido la producción de su propio bolsillo.

   En todo caso, lo que ocurrió fue que Rinsch transfirió el dinero a su cuenta personal y lo invirtió en operaciones arriesgadas y criptomonedas, logrando obtener beneficios. El realizador se embarcó entonces en una serie de gastos por valor de 10 millones de dólares, destinando aproximadamente 3,8 millones a muebles y antigüedades (incluidos unos colchones por los que habría pagado un millón) y comprando cinco Rolls-Royces y un Ferrari por 2,4 millones de dólares y varios relojes por 650.000 dólares.

   "Carl Erik Rinsch tomó 11 millones de dólares destinados a una serie y los apostó en opciones bursátiles especulativas y transacciones con criptomonedas", declaró el fiscal federal Jay Clayton. "La condena de hoy demuestra que cuando alguien roba a los inversores, seguiremos el rastro del dinero y le haremos rendir cuentas", añadió.

   Durante el juicio, los abogados del director mantuvieron que este era libre de usar el pago de Netflix como quisiera y que nunca tuvo la intención de defraudar a la plataforma.

   "Creo que el veredicto fue erróneo y temo que esto pueda sentar un precedente peligroso para los artistas que se vean envueltos en disputas contractuales y creativas con sus benefactores, en este caso una de las mayores empresas de medios de comunicación del mundo, y se encuentren acusados por el gobierno federal de fraude", expresó Benjamin Zeman, abogado del cineasta.

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