Archivo - Paul Walker en la saga Fast and Furious - UNIVERSAL PICTURES - Archivo
MADRID, 1 Dic. (CulturaOcio) -
En 2013, hace ahora justo doce años, la trágica muerte de Paul Walker, actor que interpretó durante más de una década a Brian O'Conner en Fast and Furious, obligó a paralizar el rodaje y a reescribir el guion de la séptima entrega de la franquicia. Diez años después del estreno del largometraje, se ha revelado el final original previsto para Fast & Furious 7 antes del fallecimiento de una de dos grandes estrellas.
"Originalmente, la película terminaba con todo el equipo de vuelta en Neptune's Net, la marisquería de Malibú junto a la Carretera de la Costa del Pacífico donde Brian y Dom conectaron en el primer filme. Allí celebraban la recuperación del Ojo de Dios, el dispositivo que el villano de Jason Statham, Deckard Shaw, perseguía", revela el crítico y periodista Barry Hertz en su libro Welcome to the Family: The Explosive Story Behind Fast & Furious, the Blockbusters That Supercharged the World, escrito a partir de más de 170 entrevistas.
Sin embargo, el elemento crucial del final iba más allá de la celebración. En la versión estrenada en cines, Toretto entrega el Ojo de Dios a Mr. Nobody, lo que permite que el dispositivo siga existiendo dentro del universo de la saga y marque tramas de operaciones encubiertas en Fast & Furious 8 y Fast X.
Pero la idea inicial era que "Dom aplastaba el Ojo de Dios bajo su bota, afirmando que era demasiado poderoso para que lo poseyera una sola persona, y después arrugaba la condecoración otorgada por el gobierno y la arrojaba por la ventanilla". Es decir, la saga mantenía al equipo en el rol de forajidos.
El libro añade una última pincelada que reforzaba el tono aventurero asegurando que parte del desenlace mostraba al equipo escogiendo su siguiente destino lanzando un cuchillo sobre un mapa, dejando que el destino decidiese su próxima misión. Pero ese final nunca llegó a rodarse, pues la muerte Walker en plena producción sumió a Universal y al equipo en una crisis creativa y emocional que llegó a plantear la cancelación de la película o incluso el cierre definitivo de la franquicia.
James Wan, director de la cinta, explicó que la conclusión original, concebida como plataforma para construir el resto de la franquicia, dejó de tener sentido con la muerte de Walker. Finalmente, el estudio decidió continuar con la producción y buscar un desenlace que sirviera como homenaje, que resultó en el emotivo epílogo en el que Brian y Dominic conducen juntos por última vez antes de tomar carreteras distintas al ritmo de See You Again de Wiz Khalifa y Charlie Puth.
Fast & Furious 7 amasó 1.515 millones de dólares a nivel mundial, el mayor éxito de una saga que ya era la mayor franquicia de Universal. La recaudación total de Fast & Furious supera los 7.000 millones de dólares, lo que la convierte en una de las series cinematográficas más rentables de todos los tiempos.
El libro de Hertz llega en un momento en el que el final de Fast & Furious 7 vuelve a estar en el centro del debate. Vin Diesel ha afirmado en varias ocasiones que su condición para cerrar la saga con Fast X: Parte 2 pasa por reunir de algún modo a Dominic Toretto con Brian O'Conner. Según informaciones recientes, el actor habría pactado tres requisitos clave para la despedida: rodar en Los Ángeles, recuperar las carreras callejeras y traer de vuelta al personaje de Walker mediante una combinación de CGI y la colaboración de su hermano Cody, como ya ocurriera en la séptima entrega.