El personaje que conecta El refugio atómico con La casa de papel - NETFLIX
MADRID, 20 Sep. (CulturaOcio) -
La casa de papel y El refugio atómico comparten mucho más que las evidentes conexiones en su génesis, ya que ambas series son creación de por Álex Pina y Esther Martínez Lobato, de Vancouver Media, para Netflix. Pero tras conocer el gran giro que contiene la nueva serie de la plataforma al final de su primer capítulo y después de la irrupción sorpresa de cierto personaje, algunos fans ya han empezado a teorizar más allá, sugiriendo incluso una posible conexión.
((ATENCIÓN: ESTA NOTICIA CONTIENE SPOILERS))
La primera similitud entre La casa de papel y El refugio atómico se encuentra en que ambas tratan de grandes golpes, algo que se revela cuando el final del primer capítulo de la nueva serie destapa que el estallido de la Tercera Guerra Mudial que generará el fin del mundo no es más que una compleja farsa para desfalcar a los multimillonarios que habitan el búnker.
Así, mientras que La casa de papel se centra en varios atracos de proporciones épicas, El refugio atómico, con su gran estafa, acaba tratando igualmente de un robo cuidadosamente planeado.
También hay que destacar que, si La casa de papel cuenta con unos hermanos que son genios criminales con los personajes de El Profesor y Berlín, El refugio atómico tiene a su propia pareja de hermanos, Minerva (Miren Ibarguren) y Ciro (Álex Villazán), al frente del gran golpe a los ricos.
OSWALDO Y ARTURITO
Por otro lado, los de Pina y Martínez Lobato no son los únicos nombres que comparten ambas series de Netflix y es que las dos cuentan en su reparto con Enrique Arce. En La casa de papel, Arce da vida a Arturo Román, el director de la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre que acabó siendo uno de los personajes más emblemáticos (y odiados) de la serie.
En el caso de El refugio atómico, el intérprete encarna a Oswaldo, gestor de las empresas de Guillermo (Joaquín Furriel) y una parte fundamental de la gran estafa ya que será él quien, en el tramo final de esta primera temporada, siga las órdenes del clon virtual del empresario argentino, generado por Roxán, la IA del refugio atómico, y compre una empresa que no existe por valor de 900 millones de euros.
Aunque es obvio que ambas series son perfectamente independientes y sería muy rebuscado pensar que una podría funcionar como un spin-off de la otra, lo que es innegable es que se pueden encontrar puntos en común, tanto en temas de fondo como en equipo.