MADRID, 1 Jul. (CulturaOcio) -
El juego del calamar ha llegado a su fin y con él, el esperado desenlace del enfrentamiento entre Gi-hun y el Líder. Pero, si bien es verdad que el misterioso enmascarado que controla la competición ha sido presentado como el gran villano a lo largo de las tres temporadas de la ficción, es innegable que ha habido otros muchos antagonistas a lo largo de los episodios y entre ellos destaca uno que se revelaba al final de la última entrega y sobre el que el creador ha querido reflexionar.
((ATENCIÓN: ESTA NOTICIA CONTIENE SPOILERS))
Por muy odiado que pueda ser el Líder entre los fans, la tercera temporada dejaba un personaje que algunos consideran incluso más detestable: el jugador 333, Myung-gi. Encarnado por Yim Si-wan, el personaje debutaba en la temporada 2 como un influencer caído en desgracia por una estafa con criptomonedas que había supuesto tanto su ruina como la de muchos de sus seguidores e incluso la de su novia, Jun-hee, que entraba a la competición embarazada de nueve meses para poder asegurar el futuro de su bebé.
En los episodios finales de la serie se revela que Myung-gi es el padre del bebé, que nace durante los juegos y pasa a ocupar el lugar de su madre como jugadora 222 después de que esta opte por eliminarse. Aunque Myung-gi parece posicionarse en un principio del lado de Gi-hun para salvar a la recién nacida, cuando ellos tres son los últimos participantes con vida, el padre se muestra dispuesto a sacrificar a su propia hija para hacerse con el premio, lo que desemboca en una lucha entre ambos hombres.
Según el creador de la ficción, Hwang Dong-hyuk, Gi-hun y Myung-gi reflejan dos actitudes contrarias de la humanidad frente a las generaciones futuras. "[Myung-gi] intenta mirar hacia otro lado, dando prioridad a sus propios intereses, al beneficio económico inmediato y a la codicia. Busca sus propios intereses incluso a costa del bebé", reflexionó el realizador en declaraciones a Tudum.
"Myung-gi nos representa a todos. Hablamos constantemente de legar a las generaciones futuras, de que el planeta está al límite o de que el sistema nacional de pensiones pronto se agotará. Pero a la hora de la verdad, nadie quiere pagar más para el fondo de pensiones, no llevamos una vida neutra en carbono y seguimos produciendo la misma cantidad de residuos, todo por nuestra propia conveniencia e interés", expresó Dong-hyuk, comparando así la actitud del jugador 333 con la de la mayor parte de la humanidad, tan cegada por su propio bienestar que está dispuesta a sacrificar a su propia descendencia.
El creador de la serie reveló además que, al incorporar un bebé a la trama, se había inspirado en la cinta de 2006 de Alfonso Cuarón Hijos de los hombres. "En la película, el niño simboliza el futuro de la humanidad", apuntó, explicando su intención de "explorar la última esperanza de la humanidad a través del bebé de Jun-hee y Gi-hun, que intenta protegerlo a toda costa".
En la serie de Netflix, aunque Myung-gi muere, Gi-hun debe hacer un último y definitivo sacrificio debido a las normas del juego, optando por eliminarse para que el bebé pueda vivir.