Los Anillos de Poder prepara el nacimiento de los Nazgûl
Los Anillos de Poder prepara el nacimiento de los Nazgûl - PRIME VIDEO
Actualizado: jueves, 12 septiembre 2024 15:57

   MADRID, 12 Sep. (CulturaOcio) -

   Si la primera entrega de El Señor de los Anillos: Los Anillos de Poder culminaba con la creación de tres anillos para los elfos, al llegar a su ecuador, la segunda entrega ya ha mostrado la forja de siete sortijas para los enanos. Con el estreno del quinto episodio de la nueva tanda de capítulos, la ficción se adentra en la elaboración de los nueve anillos destinados a los hombres. Unos objetos clave en el devenir de la Tierra Media ya que propiciarán el surgimiento de los Nazgûl, los temibles espectros que en la trilogía original dirigida por Peter Jackson, perseguían a los hobbits para hacerse con el Anillo Único.

   ((ATENCIÓN: ESTA NOTICIA CONTIENE SPOILERS))

   "Tres Anillos para los Reyes Elfos bajo el cielo. Siete para los Señores Enanos en palacios de piedra. Nueve para los Hombres mortales condenados a morir. Uno para el Señor Oscuro, sobre el trono oscuro en la Tierra de Mordor donde se extienden las sombras. Un Anillo para gobernarlos a todos", escribió J.R.R. Tolkien hace años. En el quinto episodio de su segunda temporada, la ficción de Prime Video ya ha mostrado la creación de 10 de los 20 anillos y Celebrimbor todavía celebra el éxito con los enanos cuando Sauron empieza a presionarle para que no dé por terminada su labor.

   "Perdóname, me resulta difícil mostrarme alegre cuando los más afectados por el ascenso de Mordor siguen sufriendo", comienza a insinuar bajo su apariencia cada vez menos amable Annatar el manipulador y ladino Sauron. El orfebre elfo enseguida comprende a qué se refiere, ya que no es la primera vez que el Señor de los Dones muestra su deseo de otorgar anillos a los hombres. Con todo, el personaje de Charles Edwards defiende su postura, los hombres son demasiado volubles y corruptibles como para hacerles entrega de tanto poder.

   "Son culpables de gran parte de su desgracia", argumenta Celebrimbor. "No podemos dar anillos a los hombres, el riesgo de corrupción es muy grande. Los problemas que pudiéramos resolver no serían nada comparado con los que se podrían crear", trata de razonar. Ante esto, el artero Señor Oscuro, que dice que teme por la estabilidad de Númenor, bastión de los hombres, y sugiere buscar "hombres de fiar, los más sabios, los más nobles, los de corazón más puro" e identificar a "nueve portadores para los nueve reinos mortales".

   No obstante, el herrero elfo no da su brazo a torcer, asegurando que con los siete anillos de los enanos su obra ha quedado completa y Annatar concluye que forjará él mismo los otros nueve. Hay que recordar que es precisamente la mano de Sauron la que hace de los anillos unos objetos tan peligrosos, si los elfos usan los suyos es porque el villano no llegó a tocarlos y corromperlos. El señor oscuro no participó en su forja, como sí ha hecho con los de los enanos y sin duda hará con los de los hombres.

   CELEBRIMBOR, DE NUEVO ENGAÑADO

   Si bien Annatar comienza a forjar él mismo los nuevos anillos, con ayuda de los discípulos de Celebrimbor, pronto se hace patente que necesita la habilidad del maestro herrero. "Nos ahorraría incalculables horas de trabajo si pudieras ofrecernos un simple consejo", le tienta. Con todo, la desconfianza del elfo aumenta cuando el príncipe Durin le informa del efecto nocivo que está ejerciendo el anillo sobre su padre.

    Tras una sincera conversación en la que el príncipie de los enanos pone de manifiesto los enormes cambios en la conducta del rey Durin, que ha enloquecido por la codicia, pone en duda las verdaderas intenciones del recién llegado, Celebrimbor decide preguntar a Annatar si de alguna manera pudo haberlo alterado.

   "Te digo que hay algún defecto en los anillos de los enanos", inquiere el herrero. Ante lo que Sauron replica exculpándo su trabajo: "O el Rey Durin hace un mal uso del anillo y pretende desviar la culpa...". "Basta, Dime si, de algún modo, alteraste los anillos de los enanos", pregunta Celebrimbor visiblemente irritado. "Lo hicimos tú y yo. Esto es cuestión de espíritu, no solo de oficio. Y hemos incluido engaño en el proceso", le dice el personaje de Charlie Vickers al de Edwards.

    Así, Sauron hace creer a Celebrimbor que fue el hecho de mentir en su carta eludiendo información al Alto Rey lo que causó un defecto en los siete anillos de los enanos. Aumentando su apuesta, Annatar sugiere al herrero que confiese, pero este, temiendo que le prohíban volver a forjar opta por zambullirse "en la profundidad de la vorágine".

   "Hay una fuerza desconocida en el corazón de la piedra y el mineral. Incluso cuando una obra está aún en manos del artista, deja de... obedecer. Hemos fracasado. Todos nosotros", comunica Celebrimbor a sus discípulos. "Debemos reparar nuestros errores del único modo que podemos: completando todos los anillos. Los nueve deben lograr prestar ayuda a los hombres y también aportar equilibrio a todo el proyecto. Deben extraer fuerza de los tres y de algún modo redimir los siete. Deben redimirnos a todos. Trabajaremos día y noche con diseños nuevos. Una creación nueva, un proceso nuevo", anuncia.

   Ante las duras palabras del elfo, que asegura que quien "ofrezca una pizca menos y no dé su máximo esfuerzo ya no será herrero de Eregion", Annatar se dirige en tono compasivo a los discípulos. "Amigos, no os desaniméis. Vuestro maestro puede parecer poco razonable. Sus exigencias desmedidas, imposibles. Pero eso solo es porque sabe lo mucho que depende de vuestro éxito. Aun así, sé que no vais a defraudarlo. Ni a mí. De hecho, estoy seguro de que terminaremos los anillos de poder", expresa Sauron, lo que revela el grado de control que ya ha logrado ejercer sobre ese reino y sus súbditos.

LOS NAZGÛL

   Aunque Celebrimbor finalmente sea engañado por Sauron para terminar su obra, sus temores sobre los anillos de los humanos no son infundados, como todo fan de Tolkien sabrá. Y es que los nueve llevarían a sus portadores a la perdición, corrompiéndoles de forma terrible y haciéndoles siervos del Señor Oscuro, convirtiéndoles al final en los Nazgûl o Espectros del Anillo.

   Según relata Tolkien, la vida de estas criaturas estaba atada a la de Sauron por lo que, aunque la derrota del villano en la Segunda Edad los debilitaría, no los destruiría por completo. Por otro lado, solo se sabe la identidad de dos de los nueve portadores de estos anillos, uno de ellos es el Rey Brujo de Angmar y otro, Khamûl el Oriental, personajes que algunos creen reconocer en el Mago Oscuro encarnado por Ciarán Hinds en la ficción de Prime Video.

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