MADRID, 28 Oct. (CulturaOcio) -
La semana pasada llegó a Netflix Una casa llena de dinamita, película dirigida por Kathryn Bigelow y protagonizada por Idris Elba y Rebecca Ferguson. La trama gira alrededor de un misil de origen no identificado lanzado contra Estados Unidos y los esfuerzos por hacer frente al ataque, una situación que, según opina el Pentágono, no ha sido retratada con fidelidad, ya que muestra una pobre eficacia del sistema de defensa.
En la película, el secretario de Defensa, encarnado por Jared Harris, lamenta que, pese a costar 50.000 millones de dólares, los sistemas disuasorios de misiles actuales de Estados Unidos solo tienen un 50% de posibilidades de bloquear eficazmente un ataque, un dato que el Pentágono ha querido desmentir en la vida real.
Según un memorándum interno redactado por la Agencia de Defensa contra Misiles (MDA por sus siglas en inglés), presuntamente fechado a 16 de octubre y obtenido por Bloomberg, en realidad los sistemas de defensa estadounidense "han mostrado una tasa de precisión del 100% en las pruebas durante más de una década".
El documento fue generado con el fin de "desmentir suposiciones falsas, proporcionar datos correctos y facilitar una mejor comprensión", de modo que los dirigentes de la agencia tuviesen "conocimiento de la situación y no se vean 'sorprendidos' por el tema, que puede surgir en conversaciones o reuniones".
"Los interceptores ficticios de la película fallan su objetivo, y entendemos que esto pretende ser una parte convincente del drama destinada al entretenimiento del público", concede el memorándum, atribuyendo esa falta de fidelidad al hecho de que sea una ficción y remarcando que las pruebas actuales cuentan "una historia muy diferente".
Por otro lado, Laura Grego, de la Unión de Científicos Conscientes, expuso que la amenaza planteada en Una casa llena de dinamita, con un solo misil con una trayectoria, sería "posiblemente la más fácil que existe" y similar a los escenarios de pruebas del ejército.
LA RESPUESTA DE BIGELOW Y OPPENHEIM
El pasado 12 de octubre, durante su aparición en CBS Sunday Morning, Bigelow señaló que no habían trabajado con el ejército para ser "más independientes" pero que contaron con "varios asesores técnicos que habían trabajado en el Pentágono" y que estuvieron presentes en el rodaje de Una casa llena de dinamita.
Ahora, Noah Oppenheim, guionista de la cinta, ha expresado su desacuerdo con el memorándum del Pentágono. "No soy un experto en defensa antimisiles, pero hablé con muchos expertos en defensa antimisiles que hablaron abiertamente", explicó en una entrevista concedida a MSNBC. "Simplemente les hicimos un montón de preguntas. ¿Cómo funciona? ¿Cuáles son los procesos? ¿Cuáles son los procedimientos? Así que lo que se ve en pantalla es, con suerte, un retrato bastante fiel de la realidad existente", señaló.
"Por desgracia, nuestro sistema de defensa antimisiles es muy imperfecto. Si el Pentágono quiere hablar sobre cómo mejorarlo o cuál podría ser el siguiente paso para garantizar nuestra seguridad, esa es la conversación que queremos tener. Pero lo que mostramos en la película es exacto", añadió Oppenheim.
SEGUNDA VEZ EN UN MES
Cabe apuntar que esta es la segunda vez que el Pentágono carga contra un estreno de Netflix este mes, ya que hace poco, Kingsley Wilson, la secretaria de prensa del Departamento de Defensa de Estados Unidos se pronunciaba sobre la serie Reclutas (Boots). Basada en el libro The Pink Marine, las memorias de Greg Cope White, la ficción sigue a un joven homosexual que se alista en los Marines de Estados Unidos.
"Nuestros estándares en todos los ámbitos son de élite, uniformes y neutros en cuanto al género, porque el peso de una mochila o de un ser humano no distingue si eres hombre, mujer, gay o heterosexual", expresó Wilson, según recogió Entertainment Weekly. "[Los funcionarios] no comprometerán nuestros estándares para complacer una agenda ideológica, a diferencia de Netflix, cuyo liderazgo produce y alimenta constantemente con basura woke a su audiencia y a los niños", añadió.