MADRID, 13 Mar. (CulturaOcio) -
La 95 edición de los Oscar ha dejado, como todos los años, momentos para el recuerdo. Y no han tenido que ver únicamente la emoción y reacción de los premiados en la gala, sino que también ha contado con inesperados personajes que han protagonizado momentos hilarantes e inverosímiles.
Hugh Grant protagonizó uno de los momentos más incómodos y extraños de la renombrada alfombra champagne. Primero, cuando la modelo estadounidense Ashley Graham le preguntó qué era lo que más le gustaba de acudir a los Oscar, Grant respondió: "La humanidad entera está aquí, es la fiesta de las vanidades (Vanity Fair)", haciendo referencia a la novela publicada en 1848 por William Thackeray.
"Oh, es Vanity Fair, el sitio en el que nos desmelenamos y nos divertimos un poco", contestó Graham, pensando que el actor británico se refería en realidad a la famosa revista estadounidense que se encarga cada año de celebrar la fiesta posterior de los Oscar. Además, tras la confusión, la entrevista continuó con un Grant contestando muy seco y frío a las preguntas de la modelo, claramente con ganas de estar en otro lugar en ese momento.
Hugh Grant entregó después, junto a Andie MacDowell -su compañera de reparto en Cuatro bodas y un funeral-, el premio a mejor diseño de producción. Tras bromear sobre que estaban en la gala para concienciar "sobre la vital importancia" de usar una buena crema hidratante, el actor añadió: "Andie lleva 29 años usándola todos los días, yo soy básicamente un escroto".
Al poco tiempo de abandonar Grant la alfombra roja tras su incómoda entrevista, entraron en escena Rihanna y Lady Gaga. La cantante que dará vida próximamente a Harley Quinn en la secuela del Joker, y que en un principio no iba a acudir a la ceremonia precisamente por estar en pleno rodaje, ayudó a levantarse del suelo a un fotógrafo que se había tropezado.
Además, otro momento muy comentado en redes fue el de los cambios de atuendo de las dos artistas para sus respectivas actuaciones. Y es que mientras que Rihanna llegó a la ceremonia estilo 'casual' y se puso después un vestido para actuar, Lady Gaga aterrizó en la gala con vestido y actuó con un atuendo de lo más normal (que incluía hasta pantalones rasgados)... para, después, volver a maquillarse y lucir de nuevo otro vestido.
James Martin, actor protagonista de An Irish Goodbye -que se llevó el Oscar a mejor cortometraje de acción real- escuchó cómo todo el auditorio le cantaba el cumpleaños feliz. Justo en el momento final, la cámara enfocó a un especialmente intenso en su cometido Colin Farrell.
Otro de los que fue carne de meme fue Andrew Garfield. Tras citar a Michelle Yeoh y al mandaloriano de Pedro Pascal como personas a las que habría que vencer para llegar hasta él, el presentador de la gala, Jimmy Kimmel, hizo una referencia al pasado de Andrew Garfield como Spider-Man... a lo que el actor respondió, cuando fue enfocado por la cámara, encogiéndose de hombros y sonriendo irónicamente con cara de "Por favor, ayuda".
Tanto Todo a la vez en todas partes como el actor Ke Huy Quan han sido los grandes triunfadores de la temporada de premios. El emocionante discurso de un Huy Quan al borde del llanto fue también uno de los momentos más comentados de la gala, sobre todo después de que dijese ante la cámara: "Mamá, he ganado un Oscar". "Los sueños son algo en lo que tienes que creer, y yo casi me rendí con el mío", aseguró también el actor vietnamita, que consiguió el papel tras un largo paréntesis alejado de la gran pantalla.
Pero, sin lugar a dudas, el gran momento de los Oscar fue la aparición en el escenario de Jenny, la burra de Almas en pena de Inisherin. "Si estás disgustado o si ganas o si estás ansioso o si simplemente te gustan las mulas, acércate y dale un abrazo", comentó Kimmel.
Pero Jenny no fue el único animal que se pasó por el Dolby Theatre de Los Ángeles, ya que también Cocaine Bear acompañó a la directora de la película, Elizabeth Banks, cuando subió al escenario para entregar un premio. Después, bajó al foso para atormentar al resto de actores y asistentes a la gala de los Oscar. "¡Cocaine Bear, deja en paz a Malala!", le gritó Jimmy Kimmel al animal cuando estaba jugando con una de las invitadas ilustres de la gala, la ganadora del Premio Nobel de la Paz Malala Yousafzai, en otro de los momentos más inverosímiles de la ceremonia.
