MADRID, 11 Jun. (CulturaOcio) -
El 7 de junio llegó a los cines Los vigilantes, película dirigida por Ishana Shyamalan, hija de M. Night Shyamalan. La cinta narra la historia de Mina (Dakota Fanning), una artista que se queda atrapada en un bosque del oeste de Irlanda. Cuando Mina encuentra refugio, se queda sin saberlo junto a tres extraños que son observados y acechados cada noche por misteriosas criaturas a las que llaman vigilantes.
((ATENCIÓN: ESTA NOTICIA CONTIENE SPOILERS))
Al final, Mina consigue escapar del bosque, pero Madeline (Olwen Fouéré), quien se revela que siempre fue medio vigilante, aparece en forma humana mirando a la protagonista. En una entrevista con The Movie Blog, Shyamalan ha explicado esta escena final con Madeline, una secuencia pensada para servir como adelanto de un universo narrativo más amplio.
"Para mí, el final de la película pretende establecer un mundo más amplio. Es simplemente sumergir el dedo del pie y toda esa mitología se ha desarrollado mucho más. Entonces, la idea es que hay todo un mundo complejo que aún no has visto y que existe fuera de la película", declaró.
A juzgar por los comentarios de Shyamalan, el final de Los vigilantes está destinado a preparar el escenario para una secuela. Si bien la trama de Mina parece haber terminado, Shyamalan podría explorar las historias de otros personajes.
El mayor impedimento es que Los vigilantes no ha recibido buenas críticas. El filme tiene una puntuación baja en Rotten Tomatoes de solo el 29%, y la calificación de la audiencia es un mediocre 53%. Los críticos han sido especialmente duros con el guion de la película, así como con sus giros, que no han logrado sorprender a la audiencia.
Esta recepción negativa también se ha reflejado en su desempeño en taquilla. Realizada con un presupuesto estimado de alrededor de 30 millones de dólares, la cinta solamente ha recaudado 11,7 millones en todo el mundo en su primer fin de semana, una cifra que no augura buenos datos para la producción.