MADRID, 29 May. (CulturaOcio) -
El final de la cuarta temporada de Succession ya ha llegado a HBO y, con él, la aclamada serie pone su punto y final definitivo. Después de cinco años en emisión, la familia Roy se despide para siempre con un desenlace que había generado infinitas teorías y que será muy comentado... e incluso discutido.
((ATENCIÓN: ESTA NOTICIA CONTIENE SPOILERS))
El décimo episodio de la temporada 4 de Succession, titulado Con los ojos abiertos, tenía como gran cita la junta en la que se decidiría el destino de Waystar RoyCo. Por un lado, Kendall y Roman se oponían a la venta a GoJo, la tecnológica sueca liderada por Lukas Matsson. Una operación que, en principio, contaba con el apoyo de Shiv y los números en la votación parecían darles la razón. La empresa pasaría a formar parte de la gigante sueca y, bajo la batuta de Lukas, la única hija de Logan Roy heredaría el puesto de su padre.
Sin embargo, a medida que avanza el episodio se descubre que Matsson tenía otros planes. En una cena con Tom, le explica que no quiere a Shiv como CEO de Waystar. "Tengo la sensación con ella de que es... de que a veces es como un pelín demasiado, ¿sabes?", reconoce el directivo de la tecnológica escandinava, que solo quiere operar a su manera y no busca en la presidencia de Waystar alguien con ideas propias. Por ello, quiere que sea Tom, un títere mucho más manejable, quien asuma el mando, algo que él acepta de buen grado.
El primo Greg consigue enterarse de la situación y avisa a Kendall, que se encuentra con sus hermanos en casa de su madre. Cuando el mayor de los tres le cuenta el plan secreto de Matsson a Shiv, esta entra en cólera y decide volver al lado de sus hermanos para impedir la venta. Así, tras un tenso debate, deciden que debe ser Ken quien sea presentado a la junta como el aspirante a CEO. Una reunión familiar que culmina con la rememoración de una vieja (y algo asquerosa) tradición familiar y con los tres moviendo hilos para conseguir los votos necesarios.
Al día siguiente llega el momento de la decisiva junta. Kendall da un breve discurso y pide pasar a la votación. Cada uno de los miembros va haciendo pública su postura hasta llegar el turno de Shiv con una situación de seis votos a favor de la venta y seis votos en contra. Pero, pese a haber pactado con sus hermanos que también votaría que no, de pronto se marcha alterada de la sala antes de romper el empate.
"Quizá haya cambiado de idea", le dice ella a Kendall en una habitación aparte, con Roman como testigo. Poco a poco la discusión va volviéndose mucho más tensa mientras el personaje de Jeremy Strong suplica por el voto de su hermana. "Te quiero, te quiero mucho, pero no puedo soportarte, en serio", añade Shiv en un momento dado. Al final, todo desemboca en una pelea física entre Kendall y Roman, mientras Shiv se marcha llorando para votar a favor de la venta a GoJo y, por tanto, en contra de su hermano.
UN CEO Y TRES HERMANOS SEPARADOS
Y así, con el voto final de la que un día estuvo a punto de ser la CEO de Waystar, la empresa que fundó Logan Roy pasa a formar parte de GoJo, con Matsson otorgándole el cargo a Tom. El marido de Shiv, subestimado durante cuatro temporadas, se convierte en el improbable sucesor de Logan, que les arrebata el puesto a los hijos de este de manera inesperada.
En cuanto a los tres hermanos, no solo han perdido la empresa familiar sino que sus esperanzas de formar su propia compañía juntos -su objetivo al inicio de la temporada- también han quedado dilapidadas con la decisión final de Shiv y la terrible discusión final que da paso a su irremediable separación y distanciamiento. Roman firma el acuerdo y posteriormente se marcha a un bar a beber. Acepta que todos sabían que no estaba capacitado para el puesto y con una sonrisa insana demuestra que al fin se ha quitado de encima el peso que le ha perseguido toda la vida.
Por su parte, Shiv regresa con Tom, que ya ha asumido su cargo. En el coche es él quien le pide que le de la mano y ella, obediente, lo hace en un alegórico plano que punto punto (seguido o final) a su turbulenta relación. Y es que, por un lado, ella ha optado por garantizarse un futuro muy cercano al poder tanto para sí misma como para su futuro hijo, que también es de Tom. Por otro, después de años luchando por el puesto, se resigna ante la situación patriarcal que siempre ha denunciado pero que ha terminado devorándola, quedando sencillamente como la "esposa del CEO".
Por último, un consternado Kendall se encuentra paseando sin rumbo al borde del río. Ha perdido de manera definitiva el que creía que era su único propósito en la vida. En un instante final, se sienta en un banco y observa el océano desde Nueva York. Un océano por el que llegó su padre, siendo un niño hundido en la miseria, para levantar un imperio que él siempre quiso heredar. Y con un plano trasero de él mirando el horizonte, Succession termina para siempre.
