El final de Los Ojos de Wakanda y el inesperado giro que redefine el origen de Black Panther, explicado - MARVEL STUDIOS
MADRID, 1 Ago. (CulturaOcio) -
Eyes of Wakanda, la serie que expande el universo de Black Panther en el UCM, ya está en Disney+. Pero lo que nadie se esperaba es el inesperado giro en su impactante final, que cambia todo lo que se sabía hasta ahora sobre el origen del personaje.
((ATENCIÓN: ESTA NOTICIA CONTIENE SPOILERS))
A lo largo de sus cuatro episodios, Black Panther: Los Ojos de Wakanda ha arrojado nueva luz sobre la historia del hogar y reino de T'Challa, al que interpretó en el UCM el fallecido en 2020 Chadwick Boseman.
El primer capítulo pone el foco en la joven y valiente guerrera Noni (Winnie Harlow), que termina siendo expulsada de las Dora Milaje, de un modo muy similar al de Okoye (Danai Gurira) en Wakanda Forever. Sin embargo, se le pide que se embarque en una misión secreta para recuperar unas armas que se encuentran en posesión del León (Cress Williams), un formidable enemigo solo superado por el rey de Wakanda.
Noni tiene éxito en su cometido y rechaza unirse a las Dora Milaje, comandadas por Akeya. En el segundo episodio, Marvel relata su propia versión de la Guerra de Troya, con Aquiles y Memnón, este último miembro de los Hatut Zeraze, un grupo clandestino de guerreros que protege a Wakanda de cualquier amenaza.
Y es que, aunque pasó casi una década luchando codo con codo junto a Aquiles, Memnón se había infiltrado para recuperar un artefacto perdido, el cual se encontraba en posesión de Helena y Paris, cuya historia fue lo que desencadenó la Guerra de Troya. La idea del guerrero wakandiano era hacerse con dicho artefacto y marcharse sin causar conflicto alguno.
Especialmente porque, para Memnón, Aquiles es un amigo y no quiere causarle ningún daño. Pero, al descubrir su traición, Aquiles, abandonándole en plena batalla y dejándolo a su suerte para recuperar el artefacto con forma de medallón, entra en combate con él, aunque es Memnón quien lo derrota y termina con su vida, reescribiendo así la historia.
Ya el tercer y penúltimo episodio presenta a Jorani (Jona Xiao), cuya historia como Iron Fist es idéntica a la que tuvo Daniel Rand en los cómics de Marvel. La trama sitúa la acción, primero, en el 1.400 a. C., y trasladándola después hasta Wakanda.
Jorani pretende recuperar de las manos de Basha, un agente de Wakanda, una sagrada estatua de dragón que este robó y cuyo interior contiene vibranium. Sin embargo, Marvel se reservaba lo más sorprendente para el cuarto y último capítulo de Los Ojos de Wakanda, con la irrupción de Black Panther y una compleja trama de viajes temporales.
Pero, a diferencia de lo que sucedía en Vengadores: Endgame, estos saltos en el tiempo pueden cambiar significativamente el futuro. Al comienzo del episodio, el príncipe Tafari y su protector, Kuda, encuentran un hacha que fue robada en Etiopía en 1896 y cuya hoja está forjada con vibranium. Sin embargo, son asaltados por un misterioso Black Panther.
Tras un encontronazo, esta revela que viajó 500 años en el tiempo desde su futuro, donde Wakanda y el mundo entero están siendo dominados por una raza alienígena conocida como la Horda. En un momento dado, se revela que esto sucede porque Wakanda y su avanzada civilización se habían mantenido aisladas.
Para evitar esa tragedia, la reina de Wakanda viaja al pasado para así corregir los errores que conducían a ese destino. La clave estaba en el hacha. Esta arma sagrada es la misma que Erik Killmonger (Michael B. Jordan) roba en Black Panther, y cuyo robo lleva a T'Challa, en la cinta de Ryan Coogler, a abrir las fronteras de la nación.
Por lo que, al devolver el hacha a su lugar de origen, Tafari y Kuda no solo evitan la invasión de la Horda, sino que también cambian el curso de la historia de Wakanda, sentando las bases para los eventos de Black Panther y la razón de que Killmonger haga un cameo al final de Los Ojos de Wakanda.