MADRID, 10 Jul. (CulturaOcio) -
Lady Gaga está pasando este verano alejada de su estrambótico universo pop, protagonizando junto al crooner Tony Bennett de una gira europea en la que está gozando de los placeres de sentirse una auténtica diva de la primera mitad del siglo XX, adentrándose en los ricos mundos del jazz y el swing.
Así las cosas, después de actuar en los Tivoli Gardens de Copenhague esta pasada noche, Lady Gaga se plantó en un viejo club de la capital danesa, La Fontaine, donde se marcó una actuación improvisada en la que regaló a los allí presentes una portentosa interpretación de La vie en Rose de Edith Piaf.
Los aullidos de la audiencia dan buena muestra del ambiente que se generó en el local, con Lady Gaga dándolo todo acompañada de sus propios músicos, The Brian Newman Quintet. Una prueba más (la enésima) de que el talento de la diva va mucho más allá de ser uno de los nombres fundamentales del pop del siglo XXI.
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