MADRID, 5 Feb. (CulturaOcio) -
Tras su polémica actuación en 2004, cuando dejó al descubierto un pecho de Janet Jackson en mitad del escenario, Justin Timberlake volvió a actuar en la Super Bowl. Lo hizo con algunos de sus grandes éxitos, temas de su nuevo trabajo y un espectacular homenaje al legendario Prince.
Timberlake comenzó la actuación en el backstage con Filthy, single de su nuevo álbum, Man on the Woods, para saltar después al estadio con Rock Your Body, liderando a los bailarines en una cuidada coreografía. No podía faltar en el repertorio SexyBack, otro de sus éxitos, seguido de My Love y la mítica Cry Me a River.
El cantante dio un descanso entre tanto baile para interpretar Suit & Tie y Until the End of Time y pasar después al piano con I Would Die 4 U, de Prince, momento álgido de la noche. El show se celebraba en Minneapolis, ciudad natal del autor de Purple Rain, que estuvo presente en forma de holograma. El estadio se tiñó de morado para homenajear al legendario artista, fallecido en 2016.
Justin Timberlake cerró los más de 13 minutos de actuación mezclándose con el público entre las gradas e interpretando Can't Stop the Feeling, banda sonora de la película de animación Trolls.
Un espectáculo a lo grande en la línea de los últimos años, que ha contado con estrellas como Bruno Mars, Coldplay, Katy Perry o Lady Gaga el año pasado.
