Justin Bieber ha abandonado prisión horas después de su arresto y tras pagar la fianza de 2.500 dólares (1.830 euros) fijada por un juez de Florida. El artista fue detenido la madrugada del jueves por conducir bajo los efectos de sustancias ilegales y participar en carreras de vehículos.
A su salida, vestido con una sudadera negra y gafas oscuras, el cantante no dudó en subirse en una camioneta y saludar a sus incondicionales fans, que se agolpaban en la puerta del centro para apoyarle después del incidente.
Los hechos ocurrieron justo después de las 4 de la mañana hora local, cuando los agentes vieron dos coches a gran velocidad en una zona residencial a poca distancia del barrio turístico de South Beach, según informó a la prensa el jefe de policía de Miami Beach, Raymond Martinez.
Dos vehículos todoterreno habían bloqueado la manzana para que la estrella de 19 años pudiera hacer carreras con un amigo, que conducía un Ferrari rojo alquilado. Bieber, que iba a entre 55 y 60 millas por hora en una zona limitada a 30, también fue acusado de resistirse al arresto sin violencia y de conducir con un carné de conducir vencido de Georgia.
Según Martínez, el ídolo adolescente se mostró "un poco agresivo, eligiendo mal sus palabras" cuando fue arrestado, pero se mostró más colaborador en comisaría, donde admitió haber tomado medicamentos con receta, alcohol y haber fumado marihuana.
Ni el intérprete, ni su madre ni sus representantes han realizado aún declaraciones sobre lo ocurrido.
