MADRID, 12 Ene. (CulturaOcio) -
Hace tan solo unos días llegó Netflix Los crímenes de la academia, cinta dirigida por Scott Cooper que se ha colocado como el filme más visto de la plataforma. La producción sigue a un detective jubilado que recluta a un astuto cadete llamado Edgar Allan Poe para resolver un espeluznante asesinato. Christian Bale y Harry Melling protagonizan el filme, que ha sorprendido con su impactante final lleno de giros.
((ATENCIÓN: ESTA NOTICIA CONTIENE SPOILERS))
La película revela que fueron Lea Marquis (Lucy Boynton) y su hermano Artemus (Harry Lawtey) quienes se llevaron los corazones de los cadetes Fry y Ballinger en un desesperado intento por curar la enfermedad de Lea a través de métodos sobrenaturales. Sin embargo, no fueron los hermanos quienes los mataron ya que, según revela el propio Poe (Melling) al final de la película, los crímenes los cometió el mismo Augustus Landor (Bale).
"Suponemos que el detective está de nuestro lado, que es tan ignorante respecto al crimen como nosotros, que es nuestro sustituto y que, de hecho, nos guía en este misterio. Y luego descubres que en realidad supo todo el tiempo quién era el asesino, creo que eso es algo estimulante", declaró a Tudum Louis Bayard, autor del libro en que se basa la cinta.
La hija de Landor, Mattie (Hadley Robinson), ha fallecido, y al final de la película, Poe descubre la verdad: Mattie se suicidó después de que tres cadetes la atacaran brutalmente y la violaran. Los dos jóvenes que aparecen muertos fueron, por tanto, asesinados por un Landor sediento de venganza. Solo un tercero escapó a su venganza.
Sin embargo, Landor se da cuenta de que se ha cometido otro delito: el robo del corazón de la primera de sus víctimas. Esta revelación le da al detective, utilizando a los hermanos Artemus y sus truculentas prácticas como cortina de humo, la oportunidad de encubrir su propio crimen, los asesinatos que quiere llevar a cabo para vengar a su hija que se lanzó al vacío tras no poder soportar la brutal violación a la que fue sometida.
PISTAS DESDE EL PRINCIPIO
Desde los primeros momentos de la película, el director dejó pistas apuntando al culpable. "Comenzamos con Christian Bale lavándose las manos, después de guardar una porra ensangrentada que usó para agredir a alguien. En la siguiente escena, llega a su casa de campo y encuentra al capitán de West Point, segundo al mando, esperándolo, y le pide una audiencia con el superintendente. Augustus Landor responde: '¿Y si decido no ir?', a lo que le contestan 'Bueno, eres un ciudadano civil, es tu problema'. En ese momento cree que lo han descubierto", confesó el realizador a Tudum.
"La hostilidad de Landor hacia West Point es una reacción natural a lo que le ocurrió a su hija. Creo que hay cosas que cobran sentido en un segundo visionado cuando sabes el final, y espero que la gente vuelva a verla", añadió Bayard.
