MADRID, 30 Abr. (CulturaOcio) -
En las dos horas y media de metraje de Vengadores: Infinity War hay muchas decisiones fundamentales que cambian el curso de la trama... pero sin duda alguna una de las más impactantes es la que toma Doctor Strange en el último tercio del filme. Una elección que merece ser analizada por lo que implica para el presente, pasado y, sobre todo, futuro del Universo Cinematográfico Marvel.
((ATENCIÓN: ESTA NOTICIA CONTIENE SPOILERS))
Durante la batalla en Titán, cuando todo parecía ir bien para los Vengadores, la impulsiva decisión de Star-Lord al conocier que Thanos a sacrificado a Gamora da al traste con el plan ideado por Tony Stark para arrebatarle al villano su guantelete. Finalmente, el personaje de Josh Brolin se impone y el Doctor Strange termina entregándole la Gema del Tiempo a cambio de que perdone la vida de Tony Stark.
Más tarde, y antes de que Strange desaparezca haciéndose literalmente cenizas como la mitad de la vida del Universo, Stark le pregunta al hechicero suprememo por qué le entregó la piedra verde a Thanos. Strange revela que tuvo que hacerlo, que era la única manera... ¿la única manera de asegurar una posible victoria sobre el Titán Loco era precisamente facilitar su objetivo?
Aunque a priori parezca una contradicción, lo cierto es que el personaje encarnado por Benedict Cumberbatch es el único que ha visto el futuro, explorando más de 14 millones de realidades posibles, según él mismo dijo, y solo en uno de esos futuros alternativos terminaba con la derrota de Thanos. El Doctor Strange sabía exactamente lo que iba a suceder y cómo hacerlo posible, dejando a Tony Stark y Nebula a solas en Titán y dando al alienígena púrpura su quinta Gema del Infinito.
Un movimiento con el que el maestro de las artes místicas parece haber comenzado a jugar una partida que, eso también lo sabía Strange, implica su desaparición a corto plazo y la muerte de la mitad de la vida... pero que es la única que puede darles una victoria definitiva sobre Thanos en el futuro.
Es cierto que el filme no ofrece ningún detalle sobre el futuro triunfal que Strange vislumbró, pero es lo único podría explicar su rápida disposición a darle a Thanos la Gema del Tiempo e intercambiarla por la vida de Stark. Todo indica, por tanto, que para la derrota del archivillano Iron Man es clave... y por tanto no puede morir en ese momento. "Tony, no había otra manera", son las últimas palabras de Strange, consciente de que solo hay un camino para la victoria. Un camino que finalizará en Vengadores 4 y se empezó a andar desde el último acto de Infinity War y que, como se ha demostrado ya, va a ser muy doloroso.
