MADRID, 8 Feb. (CulturaOcio) -
La tercera y última temporada de El juego del calamar llegará a Netflix el próximo 27 de junio. Hasta entonces, los fans solo pueden especular sobre cómo se desarrollará el final de la popular ficción y en este sentido, uno de los aspectos que más interés e incertidumbre despiertan es el destino de su personaje principal, Seong Gi-hun... sobre el que ya hay algunas teorías.
Así, según señala ScreenRant, muchos espectadores se preguntan si el jugador encarnado por Lee Jung-jae acabará asumiendo el papel del Líder, en un impactante y devastador giro de su arco de personaje. Y es que la temporada 2 sin duda establecía ciertos paralelismos entre los dos enemigos, con Hwang In-ho (Lee Byung-hun) dejando atrás su máscara para infiltrarse en la competición, donde trababa amistad con Gi-hun mientras saboteaba sus esfuerzos por acabar con el juego.
En primer lugar, cabe recordar que el Líder, al igual que el personaje de Jung-jae, fue antaño alguien desesperado por dinero que acabaría ganando los juegos y que, en vez de alejarse de los mismos, decidiría seguir vinculado a ellos. Por supuesto, mientras que In-ho asumiría el papel del Líder, Gi-hun solo regresaría a la competición para liderar una rebelión. Siendo ambos figuras de autoridad entre los suyos pero con una perspectiva muy diferente respecto a los jugadores, a los que In-ho considera escoria y que Gi-hun cree víctimas de sus circunstancias, el uno es como el reflejo oscuro del otro.
En la temporada 2, In-ho trataba de romper emocionalmente al jugador 456... si lo ha conseguido o no, es algo que queda por ver en la nueva tanda de capítulos. A través de la manipulación y haciéndole renegar de sus ideales, resulta posible que el Líder pueda conseguir corromper a Gi-hun, quien ya mostraba cierto cambio en su forma de pensar y actuar al estar dispuesto a sacrificar a compañeros por lograr sus objetivos. No sería del todo descabellado que, de fracasar en su intento por detener los juegos, el personaje acabara poniéndose al frente de los mismos, quizá justificando que serán más justos con él que con In-ho.
En todo caso, tal y como señala el medio estadounidense, un final tan devastador y pesimista como el que supondría que Gi-hun se convirtiese en el nuevo Líder, podría resultar anticlimático e incluso carecer de sentido, dado el recorrido del personaje. Y es que, aunque muchos esperan que el intento de rebelión de Gi-hun fracase, dejando las cosas igual a como estaban, el hecho de que sea precisamente el héroe quien perpetúe la injusticia no parece un final satisfactorio.
