MADRID, 9 Jun. (CulturaOcio) -
El 29 de mayo llegó a Netflix Dept. Q, serie basada en la novela de Jussi Adler-Olsen. La ficción sigue al detective Carl Morck, quien es asignado a un nuevo departamento de casos sin resolver después de que su misión anterior resultara en la lesión de su compañero y la muerte de otro agente. El protagonista decide trabajar con su nuevo equipo e intentar resolver el caso de la fiscal Merritt Lingard, que lleva desaparecida cuatro años. Pero, ¿consigue el agente dar con el culpable?
((ATENCIÓN: ESTA NOTICIA CONTIENE SPOILERS))
Durante su adolescencia, Merritt mantuvo una relación con un chico llamado Harry Jennings. Ambos planeaban huir juntos, ya que se sentían infelices en sus respectivos hogares. La madre de Merritt, una mujer adinerada que había abandonado a la familia cuando Merritt era pequeña, había dejado varias joyas de gran valor económico.
La pareja habla sobre la posibilidad de que Harry robe uno de los anillos cuando la casa estuviera vacía. Sin embargo, al final Merritt le pide a Harry que no lo hiciera, pero él decide hacerlo de todos modos. Aquella noche, cuando Harry aparece, el hermano de Merritt, William, está en la casa. William golpea a Harry al sorprenderlo irrumpiendo en la vivienda.
Lyle, el hermano menor de Harry, aparece y golpea brutalmente a William, dejándolo en coma. Más adelante, William despierta, pero sin capacidad para hablar. Harry asume la culpa por lo que Lyle había hecho y, al intentar huir de la policía, escapa hacia un ferry. Sin embargo, es localizado por los agentes, y durante la persecución cae al agua y muere.
A raíz de esto, Lyle y su madre Aisla culparon a Merritt por la muerte de Harry, y por ello la secuestraron y la mantuvieron cautiva, intentando que descubriera por sí misma por qué estaba allí.
¿QUIÉN ES SAM HAIG?
Durante la historia se revela que Merritt mantenía una relación íntima con un periodista llamado Sam Haig. Pero resulta que el verdadero Sam Haig no conocía a Merritt y murió en un supuesto accidente de escalada el día antes de que ella fuera secuestrada.
La persona que en realidad mantenía relaciones con Merritt era Lyle Jennings, quien se hacía pasar por Sam Haig. Lyle y Sam se habían conocido años atrás en un centro de menores durante su adolescencia. Poco antes de la muerte de Sam, se reencontraron porque él quería escribir un libro sobre su experiencia en esa institución.
Lyle aprovechó esa reunión para suplantar la identidad de Sam con el fin de acercarse a Merritt, por quien parecía sentir una gran obsesión. Posteriormente, Lyle asesinó al verdadero Sam Haig y simuló que había sido un accidente.
¿CÓMO CONSIGUEN SALVAR A MERRITT?
Durante el noveno episodio, Carl y Akram viajan a la isla tras descubrir que Lyle Jennings estaba suplantando la identidad de Sam Haig. Al llegar, encuentran las tierras de la familia Jennings completamente desiertas. Se dirigen a un almacén abandonado, donde descubren el coche del oficial Cunningham y, dentro del maletero, su cadáver. Poco después, encuentran a Merritt y comienzan a buscar la forma de liberarla de manera segura del tanque de presión en el que está encerrada.
Justo en ese momento, Lyle aparece y le dispara a Carl en el hombro. Por suerte, Akram logra lanzarle un cuchillo y herirlo. Finalmente, entre los dos logran matar a Lyle. Luego logran salvar a Merritt y la colocan en una camilla hiperbárica para poder liberarla de forma segura y permitir que su cuerpo se adapte gradualmente a la presión.
Por su parte, Aisla intenta escapar de la isla, pero al desembarcar del ferry, la policía ya la está esperando. Antes de ser capturada, decide quitarse la vida con el arma que tenía escondida en su coche.
Tras la resolución del caso, la serie da un salto temporal de tres meses, mostrando a Merritt en la comisaría, donde les agradece a todos su trabajo. Sin embargo, no llega a ver a Carl, ya que, según Moira, se ha tomado un tiempo libre. Justo cuando Merritt se dispone a salir, se cruza con Carl, sin reconocerlo. Carl tampoco dice nada.
Chloe Pirrie, quien interpreta a Merritt en la serie, explicó en una entrevista con Cosmopolitan UK que esa escena no está pensada para ser sentimental. El creador de la serie, Scott Frank, quería evitar deliberadamente un cierre emocional.
"Scott se describe a sí mismo como alérgico a la sentimentalidad", explicó. "Y creo que hay algo realmente poderoso en no darnos exactamente lo que esperamos en ese momento. Y que ellos simplemente se pierdan el uno al otro... Es algo muy humano, muy real en la vida. Es un poco inesperado. Y en cierto modo, me parece muy bello", apuntó.
