El final de El Cid, explicado: ¿Por qué el rey Ferando toma esa decisión?
El final de El Cid, explicado: ¿Por qué el rey Ferando toma esa decisión? - AMAZON PRIME VIDEO
Actualizado: martes, 12 enero 2021 17:18

   MADRID, 22 Dic. (CulturaOcio) -

   La primera temporada de El Cid, la serie protagonizada por Jaime Lorente, ya está disponible en Amazon. Cinco capítulos de menos de una hora de duración que se centran en los años de juventud de Rodrígo Díaz de Vivar, el legendario héroe conocido como El Campeador. Una temporada intensa y épica que concluye con una radical decisión de Fernando I y Sancha, los Reyes de León, que pone patas arriba la corona.

((ATENCIÓN: ESTA NOTICIA CONTIENE SPOILERS))

   Tras una dolorosa agonía, y acorralado por la presión de los nobles leoneses liderados por el Conde Flaín (Carlos Bardem), el monarca, siguiendo el consejo de una de sus hijas, la astuta infanta Urraca, toma una decisión absolutamente inesperada tanto para sus rivales... como incluso para sus aliados.

   En los estertores de su vida, "presto a entregar mi alma a Dios", Fernando reúne sus cinco hijos y a todos los nobles y fuerzas vivas del reino, en el salón del trono, donde proclama la que será su última voluntad. Y en una decisión salomónica pero, dada la situación, muy inteligente, el monarca decide dividir su reino entre sus hijos y evitar así que, dejándolo todo en manos de su primogéntino Sancho 'El Fuerte', quien estaba llamado a sucederlo en el trono, éste sea asesinado por los conspiradores.

   Así, el rey Fernándo divide su reino en tres, concediendo una corona a cada uno de sus hijos varones: Para Sancho (Francisco Ortiz) queda Castilla y recibirá las parias del rey moro de Zaragoza; para Alfonso (Jaime Olías) es la corona de León y recibirá las parias del reino de Toledo; y para el hermano menor, García, es el Reino de Galicia y reccibe tabién las parias de Sevilla y Badajoz.

PAZ ENTRE HERMANOS Y REYES

   Tres reyes que, para serlo, deben jurar no levantarse nunca en armas contra ninguno de sus hermanos como hizo Fernando, que lucho contra sus hermanos en batallas que les costaron la vida a dos de ellos. Algo que siempre pesó sobre la conciencia del rey hasta el fin de sus días.

   Además, en un nuevo golpe de efecto, el monarca también dota a sus dos hijas de sus propios dominios: para Elvira (Lucía Díez) queda la villa de Toro y para Urraca (Alicia Sanz) es la de Zamora. Pero ojo, las hijas del rey solo conservarán sus tierras si no contraen matrimonio, es decir, que Fernando se asegura que sus hijas sean siempre en vida dueñas de sus dominios, ya que casadas... lo perderían todo. Ningún hombre, por tanto acudirá a ellas por interés o serán moneda de cambio como esposas en alianzas conyugales.

   Tras obligarles a jurar de rodillas "ante Dios, ante vuestro Rey y ante vuestro padre" cumplir su última voluntad, y con la venia de Roma que Urraca ya había gestionado a través del Obispo Don Bernardo (Juan Echanove), Fernando llama ante el a Ruy. Y es que además de desactivar la conspiración de Flaín para asaltar el trono, el monarca quiere alguien vele por la paz entre sus hijos cuando él ya haya muerto. Y ese alguien no es otro que Rodrígo Díaz de Vivar

   "Conozco a tu linaje y sé de lo que es capaz. Júrame que velarás porque mis hijos no se enfrenten en batalla. Júrame que tú no derramarás la sangre de ninguno de ellos", dice el rey entre estertores. "Juro que moriré defendiendo a mi rey Sancho. Juro que haré lo que vi hacer a mi padre: cumplir con su deber aunque su rey nunca se lo agradeciese. Lo Juro", replica Ruy con inmensa rabia antes de salir airadamente del salón el trono.

LA MUERTE DEL REY

   Después, ya en sus aposentos y en brazos de su amada Sancha, el rey muere. La causa oficial de su fallecimiento sigue siendo el disgusto que le ocasionó la noticia de la muerte de su hermano Ramiro en combate, el segundo hermano que moría en una batalla contra sus fuerzas, aunque todo indica que algo tuvo que ver Urraca, que tenía perfectamente trazado un plan para envenenar a su padre y conseguir así que su madre ocupara el poder.

   Pero queda en el aire sin finamente envenó o no a su padre y durante el banquete, ya que Fernando no llega a beber de la copa que ella le hace llegar, pero sí come los sesos de cordero que le ofrece la curandera a sueldo de Urraca... ¿Esta envenenado ese plato con el "amansamaridos" de la curandera?

   Tras el sepelio del monarca, Flaín, a la desesperada, intenta asestar un golpe definitivo matando Ruy, Sancho y compañía a traición. Pero finalmente, sus enemigos se le adelantan y es el personaje de Bardem quien es despachado a traición con la misma daga con la que mandó asesinar al Cid, desatando así la ira de su hijo, Orduño, que se conjura para matar a Ruy y vengar a su padre.