MADRID, 16 Ene. (CulturaOcio) -
El pasado 7 de enero llegó a Netflix la ficción sueca El rastro. En sus cuatro episodios, la serie que se ha convertido en una de las más vistas de la plataforma a nivel mundial, se aborda la investigación de un doble homicidio perpetrado dieciséis años atrás. Uun caso inspirado en los hechos reales narrados en el libro de la periodista Anna Bodin y el genealogista Peter Sjölund en que se basa la serie.
La historia de El rastro parte de un horrible crimen: dos personas, un niño y una mujer de mediana edad, son mortalmente heridos en medio de la calle por un individuo que se marcha de la escena impune. Este suceso que da pie a la ficción ocurrió prácticamente de la misma manera en la vida real.
Así, en 2004 un niño de ocho años que se dirigía al colegio y una mujer de 56, eran apuñalados por un joven al que los testigos vieron "alejarse de la escena del crimen" sin correr, según informó en su momento The Local Sweden. La mujer fallecía en el hospital por sus heridas en el estómago, mientras que el pequeño era declarado muerto al llegar al centro.
Tal y como recoge The Guardian, aunque se encontró el arma homicida y el ADN del asesino, el caso permaneció 16 años sin resolver, hasta que, en enero de 2019, un cambio en la legislación dio un giro a la investigación, al permitir a la policía buscar coincidencias de ADN en sitios web comerciales de genealogía.
Como en la serie de Netflix, finalmente, gracias al trabajo de los genealogistas, se acabó dando con el culpable del terrible crimen. "Este es el primer caso criminal en Europa resuelto con genealogía genética, y es un caso que nos ha tocado profundamente a ambos, a la ciudad de Linköping y a Suecia", expresaron Bodin y Sjölund en un comunicado dirigido al servicio de streaming.
Tras comprobar el ADN de miles de personas y elaborar árboles genealógicos, la policía encontró una coincidencia del 100% con la muestra, concluyendo que el asesino era un hombre llamado Daniel Nyqvis, quien admitió haber elegido a sus víctimas al azar, haber actuado guiado por pensamientos homicidas y no haber esperado salir impune todos esos años.
El autor de los crímenes fue condenado en octubre de 2020, se dictó que había cometido los hechos "bajo la influencia de un trastorno psicológico grave" y actualmente permanece en una clínica bajo tratamiento psiquiátrico.