MADRID, 3 Ene. (EDIZIONES) -
Robbie Williams ha empezado 2017 en el centro de la polémica tras haberse lavado las manos con desinfectante en pleno concierto después de tocar a unos cuantos fans en un especial de nochevieja emitido por la BBC.
Un gesto que de por sí no sería tan relevante si no fuera por las caras de asco que el cantante inglés ponía mientras se aplicaba el desinfectante, que generaron tanto estupor como cachondeo generalizado.
De hecho, esta acción de Robbie generó dos bandos 'enfrentados', pues unos opinan que no tiene nada de malo lavarse las manos después de tocar a desconocidos, mientras que otros creen que es desproporcionado.
Sea como fuere, el artista ha publicado un clip en Instagram en el que le da la mano a una amiga y la desea feliz año nuevo antes de lavarse las manos con un gel antibacterial y fingir un escalofrío de desagrado (pero sin la cara de asco que generó todo el debate).
"Dejando la pizarra limpia para 2017. @robbiewilliams #instafun #instagood #cleanslate #familyfunday", ha escrito el cantante como acompañamiento para el vídeo, tomándose la cuestión con su habitual sentido del humor.
