5 razones por las que Extremoduro arrastran multitudes

Extremoduro en el Hard Rock Café
Foto: EUROPA PRESS Ampliar foto

MADRID, 15 Mar. (CulturaOcio - David Gallardo) -

   Extremoduro han anunciado esta semana una extensa gira española de casi cuarenta conciertos para este año y se ha desatado la locura colectiva que, inevitablemente, va siempre de la mano de los acontecimientos musicales de masas que trascienden su razón de ser primigénea para convertirse en una romería.

   En una romería o en una verbena en la que siempre hay sitio para uno más, puesto que la celebración social está por encima del disfrute exclusivamente musical. Donde caben dos caben tres, mientras las canciones de Robe Iniesta y compañía ejercen como infalible catalizador de las multitudes entregadas a la causa con diversos grados de fanatismo en su amorfa estructuración.

   Pero precisamente por esto, por la absoluta falta de uniformidad en las huestes de Extremoduro, en los conciertos de la banda cabe desde el niño bien que tiene que disfrazarse de 'casual friday en plan aún más desaliñado', hasta los 'überfans' de toda la vida que jurarán y jurarán que ellos ya estaban allí antes incluso de que los propios músicos se dieran cuenta de lo que estaba sucediendo.

   Y es que Extremoduro son (ya actualmente) los Rolling Stones españoles, la banda con más poder de convocatoria, transversal e intergeneracional. Aunque la sombra de Héroes del Silencio sea alargada (y más internacional), los de Robe hace tiempo que están tostándose al sol de la chicharra y, aunque les pese, no hay nadie como ellos. Ni Barón Rojo, ni Leño. Extremoduro son el rock español y el rock español es Extremoduro.

   Con casi treinta años de trayectoria, Extremoduro puede afirmar sin pudor que tienen algunos de los clásicos fundamentales del rock en castellano, como 'Extremaydura', 'Jesucristo García', 'Deltoya', 'Ama, Ama, Ama y Ensancha el Alma', 'Salir', 'So Payaso', 'La Hoguera', 'Tango Suicida' o 'Puta'. ¿Por qué arrastran multitudes? Sin jugar a ser sociólogos petulantes, hay al menos cinco razones incontestables:

ACTITUD

Se abusa mucho del término 'actitud' cuando se quiere ensalzar la honestidad, la autenticidad y la entrega de alguien, pero lo cierto es que nada en Extremoduro es postureo. Destilan una salvaje veracidad que penetra por vía intravenosa en algunos y se hace insoportable para otros. No invocar a la 'ac-ti-tud' en vano, pues, por favor.

CONEXIÓN

Los versos de Robe son tan crudos y brutales que conectan con la entraña misma del ser humano, independientemente de su concepción del mundo y de sus anhelos románticos. "Desde que tú no me quieres, yo quiero a los animales, y al animal que más quiero es al buitre carroñero, es al buitre carroñero. Desde que tú no me quieres yo todos los días me muero, y alimento, con mi carne, en Monfragüe buitres negros, en Monfragüe buitres negros". Pues eso.

TRANSGRESIÓN

Es curioso cómo abundan los músicos que venden como un logro haber hecho exactamente el disco que querían. Eso en Extremoduro es una redundancia, pues precisamente eso es lo que les ha aupado hasta el estatus del que disfrutan en la actualidad, con canciones de más de diez minutos si eso es lo que les pide el cuerpo. Y sin hacer promoción ni conciertos si no lo consideran oportuno en ese momento. Y siempre expresando lo que les da la bendita gana, rompiendo corsés, que eso es lo que más molesta a los demás, que son los otros, los sometidos que no se atreven a destruir las fronteras. Es la transgresión como desafiante esencia.

MISTERIO

En una época frívola e insustancial en la que las estrellas de la música están constantemente exponiendo su imagen pública hasta cruzar la línea de la irrelevancia y la ridiculez, a Robe Iniesta se le preguntó el pasado miércoles en rueda de prensa en Madrid si es verdad que vive en una cueva. Obviamente no, pero es loable que en estos días un icono pueda proyectar ese extraño misticismo, como si no fuera de este mundo, inalcanzable en su fondo y en su forma. Un misterioso maestro de ceremonias que sabe dosificar su carisma, vaya.

ORIGINALIDAD

Incontables son las bandas que han conseguido vivir muy cómodamente copiando su fórmula, por lo general más mal que bien, aunque con honrosas excepciones. Ahí están Marea, Estopa, Melendi, Sínkope y tantos otros nombres en los que la influencia de Extremoduro se hace casi insoportable. Pero original sólo puede haber uno y eso los parroquianos lo detectan casi sin saber los motivos. Por eso corren a las taquillas a comprar al peso entradas para sus conciertos.

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