MADRID, 29 Ene. (EDIZIONES) -
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Kendrick Lamar protagonizó uno de los momentazos de la 60 edición de los premios Grammy, entregados este domingo en Nueva York, con una actuación cargada de vibración política para la que incluso contó con la participación sobre el escenario de Bono y The Edge de U2. Dave Chappelle puso la guinda con diversos interludios humorísticos y cargados de sátira.
La actuación comenzó con soldados en el escenario con una bandera estadounidense al fondo. Así apareció Lamar rapeando los versos de XXX. antes de la aparición de Bono y The Edge para interpretar su parte de la canción. Parón en seco entonces con un lema en la pantalla: "Esta es una sátira de Kendrick Lamar".
Aparece entonces por primera vez Chappelle para decir que lo único que da más miedo que ver a un hombre negro ser honesto en América es ser un hombre negro en América. "Perdón por la interrupción", zanjó el humorista antes de que volviera la performance a ponerse en marcha con Kendrick atacando las rimas de DNA y King's dead de Jay Rock, mientras una mujer misteriosa golpeaba un gran tambor.
La actuación aún fue subiendo en intensidad hasta terminar con el rapero lanzando versos como disparos, que provocaron la caída uno a uno de todos los bailarines en el escenario, en uno de esos momentos de enorme carga visual y mensaje de calado.
