De Robert Reford a Alexander Payne, reconfortante cine americano en Cannes

Al is lost' película de JC Chandor
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Por: Jorge Collar (enviado especial)

   Rayos de sol y lluvias torrenciales, el tiempo sigue gastando bromas pesadas en el Festival de Cannes por el que los famosos del cine pasan como meteoros en estos tiempos de crisis.

   El último en la lista de los grandes es quizá Robert Redford, pero el cine americano está alimentado por la nueva generación de la cincuentena que representa Alexander Payne en competición con 'Nebraska'. Y el día no se pasa sin la presencia discutida del franco-tunecino Abdelatiff Kechiche, también en competición, con 'La Vie D' Adele chapitre 1 et 2'.

'ALL IS LOST' DE J.C. CHANDOR con ROBERT REDFORD

   El Festival de Cannes ha rendido homenaje a Robert Redford, intérprete de 'All is Lost'. Lo que la película de Chandor cuenta es un poco 'La vida de Pi' de Ang Lee, pero sin tigre.

   En efecto se trata del drama de un hombre de edad (Redford tiene 76 años y 52 de carrera) que combate para sobrevivir solo en el Océano Indico cuando su barco sufre un choque contra uno de carga. Experto en navegación, el protagonista de la historia pone todos los medios para hacer frente a estos sucesos. Todo es contado con gran destreza, para mantener el suspenso sobre la conclusión del accidente.

   J. C. Chandor al que debemos 'Margin Call' quizá la mejor película sobre la última crisis financiera, se muestra igualmente eficaz en esta lucha desesperada para evitar el naufragio. Dejemos a los espectadores potenciales la conclusión, pero diremos que Robert Redford, sale airoso, como actor, de la prueba del tiempo.

  Algunos lamentan que la película, presentada en sesión especial, no entrara en competición, Cannes le debe un premio desde 1972 en que 'Jeremiah Johnson', a pesar de una entusiasta acogida, se había marchado sin la más mínima recompensa.

'LA VIE D'ADELE' DE ABDELLATIF KECHICHE

   Quizá la actualidad que vive Francia, con sus debates apasionados en torno al matrimonio homosexual, han hecho que Cannes haya seleccionado obras que abordan el tema. Tratar la cuestión es siempre difícil y delicado, porque para algunos "mostrar" puede parecer desagradable y condenar está prohibido por la ley. Y, en todo caso, es cierto que es preciso evitar todo ataque a los homosexuales. Sin embargo, es difícil tratar el tema sin tomar partido y más cuando se trata de lesbianismo.

   'La vida de Adele (Cap. 1 y 2)' de Abdellatif Kechiche adapta un cómic 'Le bleu est une couleur chaude' de Julie Maroh que trata sobre el lesbianismo. Pero la película sigue un recorrido diferente. Simplificando, las tres horas que dura el filme, podemos decir que es la historia de Adèle, 18 años, ( Adèle Excharpoulos), que vive una pasión tumultuosa con Emma (Lea Seydoux).

   Las dos jóvenes pertenecen a mundos sociales diferentes, Emma es artista mientras que Adèle viene de una familia proletaria. Como es de esperar, en una película tan larga, pasan muchas cosas. Adèle se integra en la enseñanza mientras que Emma se abre camino en el mundo del arte. Desde un comienzo es evidente que la pasión no dura y las infidelidades conducen a la ruptura. Todo tiene un aire conocido y previsible.

   Las cosas se complican puesto que donde Steven Soderbergh se mostraba discreto en las imágenes de la pasión en su filme 'Behind the Candelabra', Kechiche ofrece varias secuencias que parecen destinadas a salas especializadas, lo que va a dificultar la explotación en los cines normales y además plantea el problema de la censura. Prohibir la película podría parecer discriminatorio, autorizarla a todos los públicos ¡imposible!.

UN VIAJE A 'NEBRASKA' CON ALEXANDER PAYNE

   Alexander Payne es un director que ama los viajes, el que nos ofrece en Cannes y en competición, en su última película, va de Atlanta a Nebraska, como ya hizo una vez David Lynch, siguiendo otro itinerario y otra motivación.

   En 'Nebraska', el viejo y testarudo Woody Grant (Bruce Dern) piensa que ha ganado un millón de dólares ofrecido en un folleto publicitario para facilitar la venta de revistas. La cosa es simple para todo el mundo pero no para Woody que cree, sin duda alguna, en la afirmación del folleto: "Ud. ha ganado un millón de dólares".

   Finalmente su hijo David (Will Forte) se decide a partir hacia Lincoln, la ciudad donde estaría el premio prometido, pero las cosas se complican en el camino y ambos aterrizan en la ciudad de la que es originaria la familia.

   Una reunión de familia se improvisa, en ella se mezclan una multitud de personajes pintorescos. Por otra parte, la fama de Woody como ganador de un millón de dólares se propaga como un reguero de pólvora.

   Imposible resumir aquí la riqueza humana de los personajes y el caracter divertido de las situaciones. El magnífico guión y diálogos de Bob Nelson, así como la fotografía en blanco y negro de Phedon Papamichael, dan a la película toda su fuerza humana.

   Porque a fin de cuentas y, a pesar de las disputas constantes de los personajes, se habla de la familia, de filiacion y paternidad. Del paso de una generación a otra y todo transcurre con tan evidente amor que puede prescindir de toda insistencia inútil.