Actualizado: jueves, 13 octubre 2016 11:18

MADRID, 13 Oct. (CulturaOcio) -

Si te gusta la franquicia de Sharknado, no te sientas culpable. Un estudio revela que a las personas inteligentes les gustan las películas basura, es decir, esas películas que son muy malas... y quieren serlo. La investigación demuestra que espectadores con un alto nivel educativo se divierten viendo malos filmes, de bajo presupuesto y mala calidad, que disfrutan desde una perspectiva irónica.

Enjoying Trash Films (Disfrutando películas basura) es el título que lleva una investigación realizada por Keyvan Sarkhosh, un académico de Max Planck Institute for Empirical Aesthetics que demuestra que a las personas inteligentes les gustan las malas películas. Mediante un cuestionario online, 372 personas -la mayoría con nivel universitario- respondieron a varias preguntas, entre ellas, qué era para ellos una película basura y cómo se sentían al verla.

Y los resultados son sorprendentes. La mayoría considera 'películas basura' aquellas que tienen poco presupuesto y las que no siguen los estándares de Hollywood, e incluso películas de terror de bajo presupuesto. Sharknado (2013), Plan 9 from Outer Space (1959) o El vengador tóxico (1984) son algunos de los títulos que los encuestados consideran 'cintas basura'.

ESPECTADORES CON ALTO NIVEL CULTURAL

Sin embargo, estas películas tienen un alto contenido de diversión y entretenimiento para quienes las ven, que se las toman como una broma o de forma irónica. En lugar de considerar las películas basura aburridas, creen que es un entretenimiento positivo. "Nos encontramos con una audiencia con una educación superior, a los que se podría describir como 'omnívoros culturales'", señala el autor del estudio.

"Este tipo de espectadores está interesado en una amplia gama de arte, desde las fronteras tradicionales de la alta cultura hasta la cultura popular", apunta. La investigación revela que el 86% de los encuestados ve películas basura con asiduidad, "sin sentimiento de culpa y con una actitud placentera".

El estudio también evidencia que el 90% de los espectadores que disfrutan viendo malas películas son hombres. "Para estos cinéfilos, las películas basuras son una desviación interesante y atractiva de las corrientes convencionales", señala Sarkhosh.